Brad Pitt, que al ver cómo están triunfando Heath Ledger (
Brokeback Mountain) y Philip Seymour (
Capote), los dos nominados al Oscar, haya dado orden a su agente para que le busque un buen papel de gay, según informa la prensa norteamericana.
Un ejemplo de inteligencia que quizás debiera seguir Tom Cruise, aunque no es de esperar que lo haga. En vista de las nominaciones que ha recibido en los “Razzies” como peor actor del año, no sería mala idea que le pusiera a su agente las pilas.
Atrás quedaron los tiempos en los que los actores ponían cláusulas en sus contratos como las de John Wayne (No morir en pantalla, no interpretar un personaje antiamericano ni a un hombre afeminado).
Entonces había que engañar a los actores para que interpretaran una escena ambigua. De vivir ahora en su apogeo interpretativo, quién sabe si Charlton Heston no se pelearía con Brad Pitt por ser un vaquero pasivo.

En lugar de eso, el actor se molesta bastante cuando se le recuerda que Gore Vidal, guionista de Ben-Hur, y Stephen Boyd, su compañero de reparto, se compincharon para hacer una de las escenas más emblemáticas del cine de culto gay.

A los que no hubo que engañar fue a Laurence Olivier y Tony Curtis. No hay que ser muy avispado para darse cuenta de que en la escena del baño del film “Espartaco” había tema entre los dos.
Pero las sutilezas han pasado a la historia. Ahora los actores se pegan por un papel de gay.
Dick Bogarde, Montgomery Clift, Sal Mineo, Tom Hanks, Kevin Kline, Robin Williams, Patrick Swayze, Gael García Bernal, Javier Bardem, Ed Harris o Colin Farrell son sólo algunos de los que han saboreado el triunfo encarnando a un homosexual.
